Blog dedicado a Richard Coleman y Los 7 Delfines...el proyecto nace como una forma de compartir entre fieles seguidores todo aquello relacionado con esta super banda y su fundador
martes, 3 de mayo de 2011
-NOTAS DESTACADAS- para revista Rollingstone
27.07.2006 | 16:37
Entrevista a Richard Coleman
Gustavo Cerati, Los Siete Delfines, su alejamiento de las drogas, y más: antes de su show en Niceto, Richard Coleman habla de todo.
Que Richard Coleman no pare de sumar tareas a su agenda no significa que Los Siete Delfines no sean su prioridad. Después de pasar cuatro años en Estados Unidos, el músico volvió libre de excesos y reactivó su carrera. Pero entre su decisiva participación en la etapa Ahí vamos de Gustavo Cerati y los trabajos de producción (entre ellos, el nuevo disco de Volador G), surgen dudas sobre un regreso definitivo de su banda. Estas dudas quedarán despejadas el sábado 29 de julio en Niceto Club, donde el grupo tocará cuatro de los dieciocho nuevos temas que formarán parte de su próxima producción. Coleman habló con RollingStoneLa sobre el show, sus proyectos paralelos y la nueva etapa de Los Siete Delfines.
- Siempre participaste en varios proyectos, ocupando diferente lugares en cada uno, ¿a que adjudicás esta necesidad de cambio?
Más que de cambio, es una necesidad de multitasking que comparto con muchos en este rubro de artista de rock. Para mi son todos eventos afortunados y cada cosa se da naturalmente. Como mi trabajo con Gustavo, que se dio por la buena onda y química que hay entre nosotros desde hace mucho ya.
- A lo largo de los años se pasó de definirte como "promesa" a "artista de culto" ¿Sentís que se puso una expectativa en vos que al final no se concretó?
Puede ser… ¡Pero me tendrían que haber preguntado cuales eran mis expectativas! (risas) Desde chico, a mi siempre lo que más me atrajo fue la condición de artista más allá de su popularidad. Yo siempre fui de buscar los discos raros y difíciles de conseguir, me identifiqué con eso. Era lo más natural para mi, siempre me gusto el artista que influía en muchas bandas y por ahí no era tan masivo. Creo que de alguna manera involuntariamente, fui buscando el lugar de lo que yo admiraba. A su vez, al trabajar en bandas las pretensiones y expectativas se reparten entre cada miembro y eso puede causar confusión. Como a mi me pasó con Gamexane cuando estábamos juntos en L7D: el tenía otras expectativas para la banda y en eso nunca estuvimos de acuerdo, lo que decantó en que el se fuera y yo me quedara en el grupo.
- ¿Por qué descartás una carrera solista?
Es que yo siempre fui un creyente de las bandas y el trabajo en equipo. Desde el colegio. Por ahí me gustaba organizar los equipos. Naturalmente lo mío siempre fue trabajar en una banda. Tampoco quiero caer en esa de "es una gran democracia", porque no es del todo así. Prefiero trabajar en grupo porque es mucho más regenerador de energía.
- ¿Es por eso que Los Siete Delfines continúan?
Lo que pasa es que tenemos un diálogo muy abierto y eso también hace que se distribuya la tirada del carro. Por ahí si alguno se cansa o se está confundido le decimos "todo bien, tomate tu tiempo" y mientras tanto el resto se acomoda. Es la principal razón por la que la banda sigue después de tantos años con esta formación con tantas pausas, como mi ida a Estados Unidos. Estuve cuatro años afuera, de los cuales estuve dos sin tocar con la banda. En ese tiempo los chicos se reorganizaron vieron que era lo que querían del grupo, y cuando volví me estaban esperando y listos para seguir.
- ¿Cómo fue recibido tu regreso "clean"?
En el Quilmes de 2003 los chicos sabían que yo venía limpio, pero no mucho más. Primero estuvo la felicidad por el reencuentro y después ellos tuvieron que re-conocerme. Antes estaba volado y volví a full, con mucho más foco en lo que quería hacer. Fue buenísimo eso. Reactivó a la banda con un golpe de energía que no se esperaba. Al principio tenían miedo a tomar delante de mí, o de que yo no saliera a fiestas, esas cosas típicas que le da a la gente cuando se encuentra con otra persona que esta en recuperación. Cuando desmitifiqué un poco el asunto y les dije "no man, hagan su vida", estuvo todo bien. Yo en ningún momento hice uso de ese regreso "clean." No le advertí a la gente o mande un comunicado contándolo. Así como no les avisaba cuando salía borracho o re loco, tampoco les avisé cuando salí sobrio.
- ¿Y ahora que cambió?
Creo que la gente se da cuenta que hubo un rearranque de Los Siete Delfines ahora que ya hace un par de años que venimos tocando y haciendo shows que salen bien. Hay otra eficacia. En cuanto a la performance, lo que se envía ahora es claro e intenso. Antes dependía de que día tuviera yo, era una cosa muy aleatoria. Siempre ensayamos mucho y preparábamos un show que pudiera contener mis excesos. Ahora cambia la percepción de cada uno. Por mi parte, estoy más en el show. ¡Ahora estoy re loco todo el tiempo! Desde que estoy sobrio estoy completamente drogado. Mi percepción de la realidad es mucho más intensa de lo que venia siendo. Ahora no me pierdo nada.
- ¿Cómo se reanudó tu trabajo con Gustavo Cerati?
Cuando volví en 2003 el me invitó a los Gran Rex de Siempre es hoy, pero antes, en 2001, nos habíamos reencontrado en Los Angeles en las giras que el estuvo haciendo por Bocanada, así que fue muy simpático decirle "Bienvenido, yo conozco acá, esta es mi casa". Nuestra relación fue siempre muy afectiva y fue un reencuentro muy ameno después de una gran distancia de tiempo y espacio. Pero los cinco Gran Rex de 2003 fueron muy intensos. Sentimos que se despertaba un rock adormecido entre los dos y eso fue la semilla de lo que está pasando ahora. La pasamos tan bien tocando la guitarra… eso se traducen en una energía nueva. Yo siempre hablo de energía porque la performance es básicamente eso. El ida y vuelta con la gente y cómo se va regenerando.
- ¿Y cuando comenzaste a trabajar en Ahí Vamos ?
Yo me sumé en la etapa de los demos, quedaron bastantes temas afuera. En la parte musical, mi colaboración fue el armado de una banda virtual para ensayar los temas y tener una idea de lo que iba a pasar tocándolos en vivo. Pero en lo que mas colaboré a nivel compositivo fue en las letras. Es algo que Gustavo siempre deja para el final porque el tiene como esa fantasía de que son lo que más le cuesta hacer. Después las hace y le quedan buenísimas. El siempre colecciona palabras y tiene un cuaderno con palabras que le suenan, que el siente que tienen un tipo de musicalidad y que le gustaría utilizar en las canciones. Así que me quedé con unas hojas con palabras sueltas, que no tenían nada que ver entre sí. Me pasó 3 o 4 temas en los que no sabía de que hablar todavía, porque estaba enfocado en otro tema o con otra letra, así que me lleve los demos y empecé a trabajar en casa tranquilo y así quedaron así las letras de "Caravana", "Dios nos libre" y "Jugo de luna".
- Todavía falta gran parte de la gira de Ahí Vamos, ¿como entran Los Siete Delfines en este esquema de trabajo?
Por suerte ya estaba todo hablado con la banda desde noviembre del año pasado. Así que tuvimos tiempo de pautar como iba a ser este año. Ahora estamos trabajando en las canciones nuevas, que ya están hechas, pero queremos sacarlas de la computadora e ir tocándolas y humanizándolas un poco. Quedan muchas cosas por hacer. Después de la gira con Gustavo, si todo va bien, vamos a empezar a grabarlas a fin de año y el año que viene ya estaría el disco listo. Y a presentarlo…
- No parás…
El año pasado tuve una revelación: Estaba solo en casa, a la noche, y venía de una jornada tremenda. A la mañana había trabajado en una producción, después ensayé con los Delfines en una sala, volvía a casa a trabajar en las nuevas canciones y a la noche había estado en el estudio con Gustavo. Estaba re cansado, pero tan feliz. Tuve la sensación de que, finalmente, mi vida se estaba encausando.
Por Gabriel Orqueda
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